Por fin me decidí !!!
Llevaba años queriendo intentar hacer galletas decoradas,
pero siempre acababa cocinando alguna otra cosa.
Esta vez tenía que almenos intentarlo !!!
Tenía fondant (de momento dejo la glasa para otro día, je je je)
y todos los ingredientes necesarios, para hacer la receta que Bea
en su blog El Rincón de Bea.
tiene tan bien explicada y yo tenía copiada desde hacía buffffffffffff (ya ni recuerdo)
Nota: Copio, íntegra, la receta tal cual la puso Bea en su blog:
INGREDIENTES: (cantidades para 35 ó 40 galletas grandes de entre 8-10 cm)
250 gr. mantequilla a temperatura ambiente (leer A)
250 gr. azúcar glass (leer B)
1 huevo XL a temperatura ambiente (leer C)
650 gr. harina tamizada (leer D)
1 chorrito de leche para ligar la masa (leer E)
Aroma al gusto del consumidor (leer F)
PREPARACIÓN:
1.-
Con la pala, batir la mantequilla a velocidad 3 durante por lo menos 1
minuto. Parar la máquina y bajar con una espátula lo que haya en las
paredes y haya quedado en la pala y batir a la misma velocidad durante
otro minuto
2.-
Cuando veamos que la mantequilla tienen una textura suave, bajar la
máquina a velocidad 1, e ir incorporando el azúcar tamizado a
cucharadas, sin prisa pero sin pausa. El azúcar tardará en integrarse
totalmente. Cuando lo haga, volver a subir a velocidad 3.
3.-
A lo mejor tenemos que para la máquina en un par de ocasiones para
bajar los que quede pegado en el vaso, pero el batido no deberá durar
más de tres minutos. Pasado este tiempo la mantequilla habrá blanqueado,
aumentado ligeramente su volumen, y tendrá una textura esponjosa.
4.-
En este momento pararemos la máquina y le añadiremos el sabor deseado,
así como el huevo ligeramente batido muy poco a poco, y batiremos a
velocidad 1 hasta que esté integrado. Si necesitamos, pararemos la
máquina para bajar lo que haya quedado en las paredes.
5.-
Comenzaremos a añadir la harina a cucharadas, a la velocidad más baja
posible y de la misma manera que incorporamos el azúcar, sin parar la
máquina, pero sin pausa. Cuando estemos llegando casi al final de la
harina, la masa comenzará a “desmigarse” . En este momento
incorporaremos un chorrito de leche y batiremos de nuevo hasta
que se haya ligado la masa, formando una bola y se haya
despegado de las pareces del bol. No puedo poner exactamente
cuánto es un chorrito, ya que depende de cómo nos haya quedado la masa
de desmigada. Depende de la humedad de la harina y de la temperatura
ambiente. Pero yo le echo como tres cucharadas soperas, aunque a veces
le he echado menos, y otras más. Si nos pasamos con el “chorrito” y nos
queda muy húmeda echarle un poco más de harina, pero lo ideal es ir
echando la leche muy poco a poco.
Cuando
hayamos conseguido una masa uniforme, colocamos sobre la encimera un
papel de hornear y sobre él la masa de las galletas. Le daremos a la
masa forma redonda y chata y la cortaremos en cuatro trozos iguales. La masa deberá estar pringosa (debido a la mantequilla)… pero
no pegajosa
Reservamos
tres trozos, y nos quedamos con uno de los trozos y con las manos le
damos forma rectangular. Colocamos otro papel de hornear encima
y estiramos la masa con un rodillo. Yo utilizo un rodillo de
silicona de la marca Wilton que tiene una gomitas a los lados, con
diferentes tamaños, y que sirven para conseguir que la masa, en toda su
superficie tenga un grosor uniforme. Cuando consigamos
el grosor deseado, guardamos esta masa en la nevera entre los dos
papeles de hornear, y procedemos de la misma manera con los tres trozos
restantes.
La
masa debe dejar enfriar en la nevera un mínimo de 3 horas ( si queremos
también podemos congelar la masa, pero a mi no me gusta). Debemos
colocarla de tal manera que no coja ninguna arruga ni se doble, y
siempre el trozo más grande en la parte inferior. Lo ideal sería que nos
cupiera la bandeja de hornear en la nevera y podemos meter los cuatro
trozos uno sobre otro.
A
mí me gusta dejar la masa en la nevera de un día para otro (la he
llegado a dejar dos días) primero, porque así no me parece tanto
trabajo, y porque me parece que la consistencia de la masa es mucho
mejor. Cuando la voy a utilizar, al haberla estirado, la puedo usar
directamente de la nevera, es decir, que solo le tengo que para el
rodillo por encima una o dos veces, por si la masa hubiera perdido un
poco la forma, y empiezo a cortar las galletas.
Retiro
el papel de la parte superior y cortamos las galletas con un cortador
(G). Las colocamos todas las galletas del mismo tamaño sobre la bandeja
de hornear, ya que no todas las galletas tardan el mismo tiempo en
hacerse. Con esta receta, encuentro que la mayoría de las veces la
galleta se pega al cortador y se levanta fácilmente. Pero si no es así,
cortamos la mayor cantidad de galletas posibles y retiramos los
recortes. Con la espátula especial para galletas, o bien con la mano (
si la masa está bien fría) podremos colocar directamente las galletas
sobre la bandeja de hornear. Esta receta al no llevar ningún tipo de
levadura, la galleta no se extiende mucho, pero hay que dejar un par de
centímetros de separación entre galleta y galleta. No es necesario
colocar papel de hornear en la bandeja de las galletas, tan pronto las
saquemos del horno, y cuando todavía están calientes, las despegamos
suavemente de la bandeja y las dejamos reposar durante 5 minutos ya no
se pegaran . Nos parecerá que están un poco blandas, pero endurecerán al
enfriar.
Los
recortes sobrantes, los uniremos, estiraremos entre dos papeles, y
enfriamos en la nevera por lo menos 15 minutos. Estos recortes los
podremos utilizar 3 veces más, pero la textura de la galleta no será la
misma, y quedará un poco correosa. También afectará a la superficie de
la galleta, que no quedará tan lisa, como las galletas que cortamos de
una masa estirada solo 1 vez.
La
bandeja de galletas ya cortadas la debemos de meter de nuevo a enfriar,
a dejarlas 15 minutos en nevera o 10 minutos en el congelador. Este
paso es “obligatorio” ya que sino las galletas perderán la forma.
Precalentar
el horno a 180º e introducir la bandeja de hornear (H) durante un
mínimo de 10 minutos . Este es el tiempo de cocción que indica la receta
original, pero eso depende del tamaño de las galletas. Hay que tener en
cuenta que todas las galletas que coloquemos en la bandeja deberán ser
del mismo tamaño, ya que no todas las galletas tardan el mismo tiempo en
hacerse. Lo ideal para las galletas que yo hago, que son de una media
de 10 cm, son 18 minutos de horneado. Pasados 15 minutos hay que estar
muy pendiente ya que 1 minuto más o menos puede ser la diferencia entre
una galleta perfectamente horneada y una galleta quemada.
También
deberemos conocer bien nuestro horno, primero si la temperatura es
correcta (para ello utilizaremos un termómetro de horno que os indique
la temperatura exacta) y segundo si nuestro horno calienta
uniformemente, de lo contrario, pasada la mitad del tiempo de cocción
deberemos girar la bandeja 180 grados. También os recomiendo utilizar un
reloj de cocina con alarma ( a mí siempre se me va el “santo” al
cielo).
Cuando
las saquemos del horno hay que tener en cuenta que las galletas se
siguen tostando, por eso, si nos quedan un poco claritas, las podemos
dejar enfriar sobre la misma bandeja, sino, con que las dejemos reposar
cinco minutos, ya la podremos mover ( con la espátula especial de
galletas) a enfriar a una rejilla.
Decorar con glasa o con fondant como en esta ocasión
Me lo pasé genial decorándolas os lo aseguro,
y el resultado final me encantó
Preciosas!!! me han gustado especialmente las mariposas. Yo también he probado con las galletas hace poco y la verdad es que me lo paso bomba y quedan tan monas!!!
ResponderEliminarUn besito
Pues ha merecido la pena atreverte porque te han salido geniales ;)
ResponderEliminarSaludos de
el gato con cupcakes